Hija predilecta
1.- Hija Predilecta 2009: Maria del Carmen de la Hoz
Maria del Carmen de la Hoz Muñoz nació en Vélez de Benaudalla (Granada) en el año 1957.
Maestra de vocación y funcionaria judicial de profesión, Mari Carmen es una persona muy involucrada con la política, aunque su carácter reservado no le ha dejado mostrar sus ideas y pensamientos. Esta pasión por la política le llevó a ser Concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Vélez de Benaudalla en las elecciones de 1988, de mano del partido socialista. Con este nombramiento se convirtió en la primera mujer dedicada al mundo de la política, con el único fin de trabajar por y para el municipio de Vélez de Benaudalla. Tenemos que recordar que en aquella época la presencia de la mujer en política era escasa, ya que no será hasta entrados los 90 cuando las mujeres empiezan a tener un lugar en el mundo político. Hay que comentar que aún transcurridos 75 años desde que las mujeres españolas viesen reconocido su derecho al sufragio activo y pasivo4, los varones siguen constituyendo una clara mayoría tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado, pero también que la situación ha cambiado radicalmente con respecto a la primera década de la Monarquía Parlamentaria y, por supuesto, a cualquiera de los regímenes constitucionales que la han precedido.
A pesar de desempeñar su cargo durante un año por la incompatibilidad que suponía con su trabajo, devolvió a nuestro pueblo tradiciones que ya llevaban años perdidas, como la celebración de la Fiesta de Santa Ana en el río y la entrega de los regalos a los niñ@s por parte de los Reyes Magos en la puerta de la Iglesia.
Tras evaluar lo que significó su labor pionera como la primera mujer-concejala en el Ayuntamiento de Vélez de Benaudalla. Por su dedicación y valentía en la defensa de los valores de igualdad y democracia, se estima la conveniencia de premiar sus méritos personales, procediendo a su reconocimiento público.
Por ello merece nuestro reconocimiento y la mejor manera de rendirle homenaje es nombrarla hija predilecta de Vélez de Benaudalla.
2. Hija predilecta 2012: Encarnación Martín Moreno
“Encarnación Martín Moreno nació en Vélez de Benaudalla (Granada) en el año 1933. A la edad de 25 años contrajo matrimonio con Francisco de la Hoz Rodríguez, y con el que tuvo tres hijos: Encarna, Alicia y Francisco. A los seis meses de vida de su segunda hija fue golpeada con el fuerte dolor de su muerte.
A partir de los 17 años, empezó a ejercer la profesión de partera de la mano de su madre, Enriqueta Martín Gutiérrez, primera matrona del municipio de Vélez de Benaudalla, de la que adquirió todos los conocimientos pues en aquella época todas las parteras aprendían por transmisión oral, de mujer a mujer, de madre a hija. Fue a la edad de 31 años cuando ya se dedicó ella sola a atender a tantas y tantas mujeres veleñas durante el embarazo, parto y puerperio.
Con disponibilidad absoluta para asistir a un parto a cualquier hora. No hay que olvidar que este tipo de servicio, vino a cubrir las lagunas del sistema sanitario hasta mediados del s.XX.
Ella era la responsable en el municipio de ayudar a traer al mundo a muchísimos veleños y veleñas, y en caso de que existiera algún tipo de complicación durante el parto, contaba con la asistencia del médico del municipio, D. Miguel Gutiérrez Cabrera.
Mujer descrita por sus vecin@s como educada, buena trabajadora, cariñosa, habilidosa, valiente, atrevida, dedicada y dispuesta a ayudar a sus vecinas sin pedir nada a cambio por su trabajo, lo entendía como un servicio que debían hacer a su pueblo. Muchas veces le obsequiaban con un poco de aceite, productos de la huerta o con pagos voluntarios, que les servían, a veces, para salvar una economía maltrecha propia de la época, donde el sueldo de los jornaleros y trabajadores no era suficiente.
No fue hasta ya entrados los 70 cuando los nacimientos fueron llevados de forma sistematizada a los hospitales. Por esa misma época, fue la matrona que acompañó a la primera partolienta veleña al hospital de Motril, donde le ofrecieron un puesto de trabajo en el área de maternidad como matrona por su impecable trabajo. Pero Encarna, rechazó tan magnifica propuesta por dos razones: la primera, por cuidar de su familia y la segunda, por seguir asistiendo a tantas veleñas que por alguna razón se les adelantaba el parto y no llegaban al hospital a dar a luz.
El paso del tiempo y la sociedad en que vivimos son los responsables de que el trabajo de mujeres como Encarna haya quedado olvidado y que no se valore y reconozca como les corresponde, aún habiendo jugado un papel decisivo en la asistencia al nacimiento de los niñ@s en los municipios donde vivieron.
Por este motivo, y por lo que significó su labor profesional como una de las primeras parteras en el municipio de Vélez de Benaudalla. Por su dedicación y valentía en los cuidados que realizó en el proceso del parto de las mujeres de Vélez de Benaudalla y nacimiento de muchos de sus vecinos, se estima la conveniencia de premiar sus méritos personales y profesionales, procediendo a su reconocimiento público, y la mejor manera de rendirle homenaje es nombrarla hija predilecta de Vélez de Benaudalla.”
Sometido a votación aprueban por unanimidad de los once miembros que componen la Corporación nombrar Hija Predilecta de Vélez de Benaudalla a Dª Encarnación Martín Moreno.
3.- Hija Predilecta 2016: Isabel Illescas Rodríguez
Isabel Illescas Rodríguez nació el 9 de septiembre de 1953. La primera hija de Antonio y Joaquina fue recibida con gran alegría en una familia de hombres. Mantuvo una relación especial con su tío menor con el que apenas había diferencia de edad y con su abuela Isabel, con la que pasó mucho tiempo.
Fue al colegio Madrigal y Padial, demostrando en todo momento un gran interés por aprender. Su periodo escolar siempre fue recordado con un gran cariño.
Por diversas razones no pudo continuar con sus estudios, aunque le hubiera encantado. Aunque como la mayoría de las chicas de su época aprendió a coser y a bordar. De hecho, durante un tiempo se dedicó a la costura de manera profesional junto con otras chicas veleñas.
Siempre quiso mejorar y aprender más de cualquiera de las actividades que se propuso.
En su tiempo libre le gustaba disfrutar de sus amig@s, pero también era una apasionada de la lectura y escribía poesía.
Cuando tenía 15 años su padre tuvo que emigrar a Alemania y como hija mayor tuvo que ayudar en todo lo posible a su madre en la casa y con el cuidado de sus cuatro hermanos (su hermana menor Julia, nació cuando ella tenía 17 años). Ejerciendo perfectamente su papel de hermana mayor.
A pesar de las dificultades que suponía tener a un padre tan lejos; también tuvo sus ventajas, pues podía disfrutar de las novedades y tendencias europeas, como por ejemplo, la ropa más moderna o la última tecnología. De Alemania vino, su primera cámara de fotos que hizo que se aficionara a la fotografía. También presumía de haber sido una de las primeras chicas que usó bolso y minifalda en Vélez.
En los 70 conoció a Francisco Fernández Fernández, con el que contrajo matrimonio el 3 de septiembre de 1975, miércoles. Por razones de trabajo de Paco, la tuvieron que celebrar en mitad de semana. Ese día, su hermana pequeña, Julia, de tan sólo cinco años no se quería separar de ella.
Tras de la boda, dejó Vélez para acompañar a su marido que trabajaba por toda España.
Durante sus primeros años de casados, vivieron en distintas partes. Madrid y Barcelona serían las ciudades donde pasaran más tiempo. Isabel siempre se supo desenvolver bien, adaptarse y hacer amistades en cualquier lugar al que fuera.
Tanto en 1976 como en 1980, Isabel volvió a Vélez, su pueblo, para dar a luz a sus dos hijos, la mayor Ana Isabel y el pequeño, José Antonio.
Después del nacimiento del pequeño se trasladaron definitivamente a Orense. Una vez establecida, y a pesar de la corta edad de sus hijos, decidió continuar los estudios que no pudo realizar antes. Allí terminó su Formación Básica, estudió Formación Profesional consiguiendo un título de Auxiliar Administrativa y Auxiliar de Clínica. Pero sus inquietudes no terminaron ahí. Siempre continuó formándose y trabajando en multitud de empleos. Por ejemplo, en los 80 fue de las primeras distribuidoras de Tupperware e hizo cursos de todo tipo, desde encaje de bolillos hasta Ayuda a Domicilio o Primeros Auxilios. Pero siempre sin descuidar la educación de sus hijos, transmitiéndoles su amor por los libros, la historia y la literatura, y sin olvidar sus raíces ni su amor a su pueblo.
Al estar su marido trabajando fuera, Isabel era la que llevaba las riendas de la familia y la que tomaba en todo momento las decisiones.
En 1990, debido a su asma, decidieron regresar a Vélez donde, gracias a su inmejorable clima, mejoró su enfermedad.
Con la vuelta a Vélez su vida se hace todavía más activa. Rápidamente forma parte de la directiva del AMPA del Colegio Madrigal y Padial, siendo elegida representante de los padres en el Consejo Escolar entre los años 90 a 94.
Por medio del AMPA es como se tramitará con el ayuntamiento la formación de la Banda de Música en el año 92. Tenemos que destacar su constancia y tesón en este proyecto, consiguiendo junto a otros padres y madres que la banda de música actuara no sólo en nuestro municipio sino en otros pueblos de nuestra provincia, acompañando en todo momento a los niñ@s que la integraban a los distintos lugares a los que se desplazaban.
Fue miembro de la Comisión de Fiesta durante cinco años (años 91-95). Años en los que trabajó incansablemente con gran entusiasmo e ilusión para que todas las actividades que se desarrollaban en nuestro municipio se desarrollan exitosamente. Demostrando siempre su capacidad de organización, de trabajo en equipo y liderazgo de grupos.
En el año 2000 fue cuando comenzó su formación como Técnico en Asistencia Domiciliaria. Título que le sirvió para trabajar en ayuda a domicilio en Granada durante varios años y posteriormente en Vélez de Benaudalla, donde era muy querida por todos sus usuarios/as. También trabajaría en la cooperativa El Azud y en el cuidado de niños.
En el 2005 fundaría junto con otras mujeres del pueblo la Asociación de Mujeres Ecuánime. Ostentando el cargo de Presidenta durante bastante tiempo, siendo una de las primeras en ejercer este cargo. De nuevo demostraría sus cualidades como líder y trabajo constante para así sacar adelante esta asociación en la que puso muchísima ilusión, como en todos los proyectos en los que se embarcaba. Sus compañeras la recuerdan con mucho cariño, destacando su gran corazón, amistad y lucha incansable. Mujer trabajadora, formal, honesta y amiga de sus amigos, en definitiva, una gran persona.
Tenemos que destacar su deseo constante de formar parte en todos los proyectos que nacieran en su pueblo y su continua disposición a cooperar en cualquier actividad que se le propusiera.
Tuvo un papel muy activo en la vida religiosa del pueblo, siendo miembro de la directiva de la hermandad del Santísimo y junto a otras mujeres, dedicada al cuidado y mantenimiento de la Iglesia.
A pesar de la muchas dificultades que se han ido planteando a lo largo de su vida como la pérdida de su padre siendo éste muy joven (año 1985), la pérdida de una hermana pequeña también a temprana edad (año 2009), vivir tantos años lejos de su familia o la situación de desempleo de su marido en los años 80, Isabel siempre supo luchar, trabajar y ser la más fuerte, levantarse ante las derrotas y reinventarse con una nueva ilusión.
Nunca fue la típica mujer de su época. Capaz de conciliar la vida personal con la familiar y profesional, sabiendo trasmitir a sus hijos valores y sentimientos como buena madre, esposa, hermana e hija que fue.
Por su valentía, inquietud incansable por aprender, su participación activa en nuestro municipio, por su capacidad de superación, organización, creación y trabajo en equipo y por lo que significó su labor personal y profesional en la vida de tant@s veleñ@s, se estima la conveniencia de premiar sus méritos, procediendo a su reconocimiento público, y la mejor manera de rendirle este homenaje es nombrarla Hija Predilecta de Vélez de Benaudalla.
4.- Hijas Predilectas 2018: Anaís Venegas y Laura Esteban
Anaís Venegas Lorenzo y Laura Esteban Álvarez nacieron en el año 1998, en enero y junio respectivamente en Vélez de Benaudalla.
Dos jóvenes que a la edad de 20 y 19 años ya son dignas de admiración por una trayectoria llena de éxitos, pues han hecho del deporte su vida y gracias a su perseverancia, trabajo, dedicación, responsabilidad y esfuerzo desde bien pequeñas han cosechado todo tipo de premios en la práctica del Kenpo.
Para ponernos un poco en contexto, el Kenpo es un arte marcial de origen Japonés que data 1235 que fue enseñado de padres a hijos dentro del Clan Yoshida y que en 1937 fue enseñado por priemra vez fuera del Caln a la policía de Hawai.
Cada día son más las mujeres que deciden iniciarse en las artes marciales. Lo que hasta hace poco era considerado como un “deporte masculino”, ha pasado a la historia para consolidarse para las mujeres como nueva manera de estar en forma y disfrutar de los múltiples beneficios que aporta su práctica. Ejemplo de esto, nuestras dos jóvenes veleñas, Anáis y Laura que, desde edades muy tempranas, a los 6 años de edad y por iniciativa propia, les transmitieron a sus padres el deseo de dejar las clases de Sevillanas y en su lugar asistir a clases de kenpo. Ellas han demostrado que este deporte puede ser practicado por cualquier persona, de todas las edades.
Son muchos los beneficios adquiridos en la práctica de dicho deporte como la búsqueda de niveles altísimos de confianza y coordinación. Proporciona al que lo práctica confianza y seguridad, mejora el estado mental de la persona que lo practica, facilita el equilibro, tónica el cuerpo, incrementa el nivel de coordinación, aprendes técnicas de autodefensa, ejercita la concentración, facilita el desarrollo y genera máximo respeto por la vida, los compañeros y rivales. Un beneficio de vida pues nos dota de grandísimas habilidades aplicables en el día a día.
Como ya hemos comentado, Anaís y Laura empezaron en el mundo del kenpo a la edad de 6 años. Bien pronto empezaron a presentarse a liguillas donde junto a sus compañeros empezaron a tener que demostrar sus conocimientos delante de los jueces.
Son muchas las cualidades que las definen pues son muy sociables, responsables, maduras para su pronta edad, cariñosas, respetuosas con todo el mundo, familiares, buenas estudiantes y muy luchadoras.
Alrededor de los 12 años ya empiezan a poder pasar de competir en liguillas a clasificarse para campeonatos de Andalucía y España. Consiguiendo siempre hacerse con los tres primeros puestos tanto en Kata, defensa personal, Kobudo (kata+arma) y kumite (combate).
Niñas que donde han ido han destacado por su sencillez, por su capacidad de hacer amigos, por su técnica o por su forma de combatir. Las dos siempre desde el respeto a sus rivales. De hecho, ellas mismas han tenido que ser amigas y rivales, ayudándose y apoyándose en todo momento. Valores que han sido fomentados por su sensei David Delgado, todos son un equipo.
Las derrotas no han sido para ellas fracaso sino impulsos para seguir adelante y que de las cuales han aprendido algo más. Su perseverancia, fuerza de voluntad y esfuerzo es la que les ha llevado a cosechar tanto éxitos.
Ya sabemos que el deporte es vital para los jóvenes. Y ellas son ejemplo de eso, a parte de una carrera deportiva llena de éxitos con tan poca edad, son excelentes estudiantes que a lo largo de este tiempo han tenido su reconocimiento tanto por reconocerlas como mejores deportistas o como por otorgarles una tira azul a su cinturón marrón, algo distintivo.
Como bien apunta su sensei, una clave del éxito de ambas es su grado de perfeccionamiento y lo trabajadoras que son. Soy fortísimas, en todos los aspectos, físico y psicológicamente hablando. Comprometidas y responsables que a pesar de estar estudiando en Granada ambas son capaces de mantener el nivel y compaginar los estudios con los duros entrenamientos que ya este nivel se llevan a cabo.
El 2017 fue un año importante para ellas, pues fueron seleccionadas para representar a España en el Mundial de Kenpo celebrado en Portugal. Ganando los títulos de campeona y subcampeona del mundo en las distintas modalidades.
Para las dos el Kenpo es un arte marcial que les ha enseñado tanto a luchar por sus metas, a no rendirse nunca y a aprender de sus errores. A vivir experiencias y a conocer a mucha gente a la cual les une una gran pasión, el amor por el Kenpo.
Por ser un ejemplo de lucha entre los jóvenes. Por todo su trabajo y su fuerza y dedicación, y por conseguir triunfos hasta ahora no conseguidos, consideramos que existen suficientes y poderosas razones para premiar sus méritos personales y deportivos, procediendo a su reconocimiento público, y la mejor manera de rendirles homenaje es nombrarlas hija predilectas de Vélez de Benaudalla.